El gobierno provincial sigue echando periodistas. Esta semana fueron seis más. De un plumazo. Un hecho insólito en una provincia que ostenta los peores índices de pobreza del país. Además, insólito porque es exactamente lo opuesto a lo que promovió el gobernador Leandro Zdero cuando era candidato: respetar todas las voces.
Zdero pasó de Voltaire a Wolfe. Voltaire sostenía: “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Mientras sigue dejando gente en la calle, ahora parafrasea al poeta Roger Wolfe: “Tienes derecho a expresar libremente todo aquello que te esté permitido decir”. Y eso que los profesionales despedidos ni siquiera oficiaron de “opositores”.
Hay algo realmente preocupante en la agenda del gobierno de Juntos por el Cambio: la sed de revancha que recae sobre los trabajadores, culpables por haber ingresado en gestiones anteriores, esclavos del calendario del poder. Cuando esta conducta rayana con el sadismo se concentra en los comunicadores, el resultado es uno solo: atropellar la libertad de expresión, aniquilar la palabra, consagrar el silencio.
Pero no es a las palabras a las que Zdero debería tenerles miedo. Ni siquiera la reciente resolución del Ministerio de Gobierno que prevé descuentos por paro para la administración pública y establece la creación de “listas negras” servirá para sus propósitos.
No se puede tapar el sol con las manos: los números no mienten, la pobreza, la indigencia, la inflación de los alimentos, los hospitales sin medicamentos, la provincia sin transporte, la inseguridad, son las cifras de la insensibilidad y la falta de gestión. La mesa de los chaqueños y chaqueñas es el mejor testimonio.
Pasaron nueve meses desde que se puso en marcha el nuevo gobierno. Nos hemos puesto a disposición desde mucho antes intentando concretar una transición ordenada para dar continuidad jurídica e institucional al proceso, pero no sirvió de nada: sólo encontramos hostilidad. No hay caso, no se quieren dejar ayudar; no les importan las propuestas.
Atacan los logros de la anterior gestión con decisiones despiadadas y no concretan una sola medida creativa para contener la situación terminal a la que nos cundujo la promesa del “cambio”. ¿A la falta de ideas sólo la pueden balancear echando trabajadores, dejando familias enteras en la calle? ¿Ese era el cambio?.
A los trabajadores, nuestra solidaridad. A los verdugos de la palabra que no entienden que son sólo “inquilinos” y el pueblo los está evaluando todos los días, nuestro profundo repudio.
Como dijo Juan Domingo Perón el 1º de Mayo de 1951: “Los argentinos tenemos nuestro régimen de libertad constitucional; pero qué sería de él en la injusticia social, en la esclavitud económica o en el vasallaje político. Todo eso nos conduciría a la libertad tan conocida por los trabajadores argentinos: la libertad de morirse de hambre”.
Ya empezamos a entender de qué lado está Zdero.